sábado, 10 de julio de 2010

Día 2


Después de esperar por más de 4 horas a que llegaras me decidí a comprar un cigarro con Jorge, el tipo con el que tanto te gusta hablar. Una, dos bocanadas de este vicio que en momentos como este me tranquiliza. Me senté en una banca para disfrutar de mi cigarro, mientras tanto el cielo se ha copado de nubes, yo solo puedo pensar en que será lo que te ha hecho demorar tanto tiempo Ultimamente te has distanciado pero a cada intento mío por sacar el tema y encontrarle solución tu solamente lo evitas. El cigarro se termino, otro vistazo al reloj, 6:00 p.m. es definitivo que tu no vendrás, esto comienza a convertirse en una costumbre cuanto más espero encontrarme contigo, tu pareces evitarlo por todos los medios. El agua de lluvia es la encargada de regresarme al instante en el que estoy sentado en esta banca, pero no encuentro un motivo por el cual deba correr a resguardarme de la lluvia. Esta de alguna forma, me liberado de la bruma que traía tu recuerdo; me abriga, trae consigo la tranquilidad que en estos momentos necesito. Me arrojo a la sensación del agua en mi cara; abandonarse a disfrutar de este tipo de sensaciones es algo a lo que tu nunca has acostumbrado.

Al tiempo en el que comienzo el camino de vuelta a casa, he olvidado por completo el sobre que he traído conmigo, eso que tanto me habías pedido, pero no teniendo la más mínima intención en saber que era, lo mejor sería dejarlo ahí.

sábado, 26 de junio de 2010

Resignación



Sería demasiado presuntuoso creer que tengo un lugar en tu corazón; en tu vida.


Soy solo un espectador del espectáculo al que no estoy invitado a participar por las noches.


Te imagino mía pero es mentira, de todos y de nadie. Abrazarte es como intentar cobijarse con deseo, algo innegable, pero crudamente incierto. Culpable no eres de la vida que has llevado, arrastrando todo ese equipaje de experiencias; buenas, malas, quien lo sabe.


Volcaría hacia a ti mis sentimientos pero tan solo sería como arrojarlos a un vacío infinito en que has guardado celosamente palabras; palabras y sentimientos de muchos otros.


Ahora bien, solo me queda abandonar toda esperanza en ti y vivir, que más da si es un dia a la semana, eso hará la diferencia entre vivir contigo o en una pesadilla.

viernes, 18 de junio de 2010

Día 1


Son las 2:00 am, no puedo dormir, así que me levanto a tomar algo ¿Qué será lo que me tiene tan intranquilo? Abro el refrigerador, la luz hace que me duelan los ojos; todo alrededor permanece a oscuras, una vez que mi ojos se han acostumbrado a la luz, todo lo que encuentro es la cena que he preparado para nosotros. Hace unas horas estaba emocionado por compartir por primera vez desde hace mucho tiempo la mesa con ella, el menú consistía en; spaguetti con una salsa boloñesa con champiñones, la cual debo decir me llevo bastante tiempo preparar. Lo que había elegido para cerrar la cena eran; unos medallones de res con salsa de zarzamora, receta que el Lic. Munguía tenía dominada y un buen día decidió compartir conmigo. La música que elegí para aquella ceremoniosa labor fue del disco Winelight de Groover Washington Jr, poco a poco con ayuda de ese vino chileno que tenía decidido descorchar para tan celebre ocasión, fui disfrutando de los vívidos e intensos olores que inundaban la cocina. Miré el reloj eran las 10:00 y ella aún no llegaba, el timbre del teléfono me tomó con las manos ocupadas mientras retiraba todo del fuego, levante la bocina para escuchar su voz del otro lado, en su voz notaba algo extraño.- Lamento mucho llamar hasta ahora, pero temo que no podre verte hoy, quizá la próxima semana, de nuevo disculpa. Del otro lado de la bocina solo se había escuchado un fuerte Clack señal de que colgaba el teléfono y con ello la velada se veía interrumpida. Vaya, de pronto todo ese ambiente me enfadaba así que me senté en la sala y bebí lo que restaba de la botella de vino. Después de haberse terminado la botella guarde todo en el refrigerador, aseé la cocina y fregué las sartenes. La escena hacía que mi mente abrazara la idea de recordar aquel lugar donde todo esto comenzó.

Nuestras manos ávidas de caricias no cesaban de explorar, sentir y desfogar.
La oscuridad era complice y morbosa testigo de dos cuerpos que se entregaban a la pasión.
El intenso pero acompasado movimiento se sus cuerpos generan sombras que simulan una danza.

Al final la copa de vino en mi mano cayó, el sueño me ha atrapado.....

jueves, 10 de junio de 2010

Ana

Desde la cornisa, mi mente advierte, la inconveniencia que produce la luz que proyecta la ventana.
Contornos suaves trazados por miles de manos, a tientas, a oscuras, entre la nada.

Testigo soy de un espectaculo perverso, atravez del cristal observo la tortuosa cadencia de una figura que ansio moldear para poder culminar mi deseo.

En el cristal unas letras, en ellas un nombre, el ave no cantará mas.